Al Duborg

Somos marionetas…  

Las ciudades son los hilos

de calculados sucesos.

¿Cómo tejer con las manos,

un edredón de cemento?

Nos obnubilan con humo

con las bombas de un concierto.

Su música es el programa

  de un diabólico proyecto.

La televisión un vicio,

que nos mantiene inconexos.

 

Distraen la libertad

de nuestros míseros pueblos,

nos avasallan con mierda,

que viene envuelta en silencio.

Trabajamos como esclavos

nunca nos cambian el pénsum,

son los mismos profesores,

que nos hablan de progreso.

Sus hilos nunca se rompen,

son de material sintético,

es el más firme sedal

con el que anudan su anzuelo.

Sobre el teatro su luz…

y en la oscuridad lo nuestro.