Deja ya de demoler las razones
por las que te amo.
En este caos de latidos,
donde me secuestro,
no hay razón para los juicios.
No solo soy de carne y hueso,
también soy de arena y ola,
de agua y viento.
Los besos que se posan en tus labios
ya te hablan de mis deseos
sin puertas ni ventanas.
Con trémulas orillas
donde te enrosco para hacerte mía.
Una pasión de continuos jadeos
que rompe los silencios,
el momento imperfecto,
la dicha indefinida.
Poetajc