Al oler harina tost\'á
En la brisa del invierno,
los aromas del recuerdo…
me llevan el tiempo atrás.
En la casa de mis apás…
Volviendo p’a la infancia,
contando cuentos, nostalgias
campo y pan amasado,
Frente al fuego templado.
callana, madre y fragancias.
El recuerdo me amasa,
en la cocina de humo.
Tostando en leña de ulmo.
el crepitar de las brasas.
¡Yo jugando en la casa…
con un palo, a los vaqueros,
con mis primos, en el potrero!
Mi taita y sus potrancas,
y p\'a ordeñar las vacas…
le amarraba terneros.
La callana movió nostalgias,
de inviernos y veranos,
volvió en harina el grano,
el tostado en fragancia…
Dejándome por ganancia,
l’olor de harina tostá.
Moliendo tiempo que se vá,
en molino organillero,
turnando tolvas, ligero.
De un ayer que ya no está.
Buscar leña en las mañanas,
P’a ese caldo de papas,
con mucha color de yapa
y chicharrones de chacho.
Harina tostá de rancho.
P’a desquitarme las ganas,
con esas comidas sanas,
¡Tantos momentos preciados…
De esos días dorados,
que se alejan de mis canas!
L’olor de harina tostá,
p’a montar el trabajo,
leche en plato, me trajo.
Humeante, sal y más ná…
aromas que ya no están
Leche, harina pal puchero
en la comi\'a del arriero.
Una taza de ulpo sirvió,
con los catutos que guardó
en las alforjas del tiempo.
L’ olor de harina tostá,
a mis tardes les dio gozo
¡aquella agua de pozo!
agüita pura y helá…
miel de abejas endulzá…
son aromas del ensueño.
Me brindó vino pipeño,
p’a revolverla con pasión,
una herencia de sabor…
¡Que guardamos los sureños!