Luis Rayo

AL AMIGO

 

A  ANTONIO  MUÑOZCANO  ETERNOD

 

Hoy es un día muy triste,

no por el repiquetear de

las campanas en el camposanto,

ni por el dolor que sigue saltando

de mata en mata.

Es porque ha partido,

el último de los hermanos

que hizo de la amistad

una virtud y que la convirtió

en algo que parecía irreal.

Con él se desvaneció

el sufrimiento, la fortaleza,

la esperanza, lo digno,

sólo nos dejó un ejemplo

de que por estos

lugares pasó alguien

que se llamó, amigo.