Jose Maria Rey

EL AUTOR DICE AMORES A UNA DAMA SIN SABER SU NOMBRE

Este corazón que véis tan sano
os está diciendo a gritos \"ame
usted a este pobre infame,
que, aunque es joven y aldeano,

bien podría ser vuestro Soberano\".
Mi dicha sería que vuestra voz me aclame,
mi amor, mi querida (como se llame)
e ir paseando cogidos de la mano.

Yo soy la felicidad por usted soñada,
aquel que la enamora, ama, engalana,
usted sería la que me haría sentir hombre...

Mas, ¡ay!, inútil, es mi pretensión vana,
pues, ¿cómo haré en su vida entrada
si no sé siquiera su nombre?

 

(17-Abril-1999)