Si desde los ojos
como baja la espuma
en su azul delineación
con espanto sometido
o con dulzura detenida
pudiera el alma nombrarte
sería una tumba de ceniza
tus pavesas y tus círculos.
Si desde las alturas
con tus cánticos y zozobras
militares composiciones
llegara un tenue resplandor
a alcanzarte el pecho abolido
sería recordarte una canción dormida
por la fascinación de tu locura.
En ese delirio calmo, tus manos,
trenzan su destino
acometiendo las olas despojadas
de paisaje.
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