Después de mucho tiempo de no hablar,
comenzamos a platicar.
Y me contaste lo feliz que eras,
yo me di cuenta por lo hermosa que te veías
y lo bien que sonreías.
Pero hoy era un día malo para ti,
y yo inconscientemente comencé a cuidarte,
a mimarte,
y tú sin entender mucho,
me seguiste la corriente.
No pasó mucho tiempo y pusiste una foto con ella
y citabas “Gracias por protegerme”,
me quede sin habla.
Fue ahí donde te dejé ir,
y me di cuenta ese ya no era mi papel,
que el cuidarte ya no importaba si venía de mis manos,
que nos hicimos un bien al separarnos.