Admito confesarte algo nuevamente, aquel instante de nuestro segundo encuentro se sintió tan real que por poco me pierdo en el tiempo; los segundos en ese mundo parecían caso perdido, no había reloj, tampoco días, solo era un día continuo.
Se sintió muy verdadero, sentí el roció leve de tus besos, y de tus caricias, como si el viento me abrasara; no puedo dejar pasar que tu piel junto a la mía encajaban perfectamente, porque cada momento íntimo, se tornaba a cielo e infierno.
Se que quizás me transporte a mundo que no era el mío, o posiblemente pude tan solo estar en un sueño de los que jamás desearía estar despierto, todo puede parecer real pero mi realidad fue que al abrir los ojos, volví de nuevo a mi tiempo, donde las agujas de reloj no perdonan, donde sigo basándome en sueños.
Admito que te volví a soñar, y que más da, tan solo en sueños puedo tocar tu cuerpo, tan solo en sueños puedo olerlo, tan solo en esos momentos donde el cuerpo descansa, mi alma sale a escabullirse en un rincón de tu cama, metiéndose poco a poco en tus deseos.
Henry Ruiz
6 DE MARZO 2021
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