Al Duborg

Presagiando su arrebol…

Tengo adipsia por tus besos,

que han enlutado mi boca.

Ya mi corazón no evoca

tus sortilegios traviesos,

que surtieron embelesos,

ahora saben amargos.

Mis trasnochos son tan largos

 a lo vasto del camino,

tienen distinto destino,

tus escabrosos embargos.

 

Quisiera escuchar al viento,

el céfiro sol poniente,

que no sienta mi corriente,

tu costado sotavento.

Mi barco en el barlovento,

cambia de rumbo mi vela,

alejado de tu estela 

y de tu paular agreste.

No quisiera oler tu peste,

en mi amada Venezuela.

 

Hórrido fue aquel connubio,

que apuñalara el añil

y desangrara el gentil,

astro de cabello rubio.

Hundidos en el diluvio

naufragamos sin cesar.

Pido un palafrén de mar,

que nos venga a socorrer.

Mis ojos no quieren ver,

como se asfixia mi lar.

 

Que los vástagos no mueran,

sin haber visto la aurora.

Somos la banda sonora,

que tocamos cuando quieran.

Si estos vampiros se alteran,

los expondremos al sol.

Fotófobos del crisol,

se esconden en la penumbra.

Nuestro espíritu se encumbra,

presagiando su arrebol.