Donante por amor
Te lo prometí cuando nos conocimos, te dije que cuidaría de ti para siempre. Lo que nunca imagine que con el paso del tiempo tendría tu corazón en mis manos mas allá de lo que es el amor.
Todos estos años fuiste mi medicina y ahora yo tenía que ser la tuya mas que nunca. Como medico aliviaba tu dolor en el pecho en tus momentos mas difíciles, pero como esposo no era suficiente, el amor no bastaba solo.
La edad te provocó esos fallos cardiacos llenos de arritmias y llego el momento que solo quedaba un transplante y el donante no aparecía. Te amaba tanto que no quería perderte.
Un corazón mecánico era la única opción. A pesar de tener tu corazón en mis manos en ese quirófano, conseguí que el transplante fuera un éxito como cirujano, pero tu cuerpo finalmente rechazaba el órgano artificial.
Tu estabas tan dispuesta a dejar tu vida en mis manos y yo tan dispuesto a dejar la mía para que siguieses viva, que no quise resignarme a dejarte marchar para quedarme solo, ya que sin ti yo no podría vivir, por lo que decidí ser tu donante por amor.
Ahora que no estoy aquí, desde el cielo puedo verte despertar ya fuera de peligro, ahora se que vas a llevarme toda la vida como se lleva un tatuaje grabado dentro de ti y cada vez que oigas latir mi corazón sientas mi manera de querer.
Espero me perdones y no me culpes por recordarme así, pues nunca me importó mi vida pero si la tuya.
Te amo y siempre te amaré.
Vivir en el corazón de los que dejamos detrás de nosotros no es morir.
(T. Campbel).
Jordi Etresi
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