¿Sabes algo?
No sé si fueron los impulsos,
que nos contagiaron aquel día tan bello
mis ganas soberanas como la luz
que sobre mi piel ardía en destellos,
pensé llegar a tu vida y seguir el camino,
como quien sigue esa pena que a veces
nos cansa y nos debate con el inesperado destino.
Llegaste y subiste los entrepaños del silencio
que dormían tan agotados, de la cansada monotonía.
Fuiste la ilusión esa que uno espera y después ves
que se desintegra como un calavera en noche negra
y sus huesos deformados con el dolor sin ilusión.
Yo sé que todos tenemos lo que queremos
un pasado y añoramos un bello presente,
ahora lo que si te puedo decir, que cuando abrí
y descongelé sueños, castillos y serpientes
caídas por la vergüenza atrevida, comenzaron
sobre el cuerpo a beber el elixir de los dioses
desnudos de placer, y la esperanza tocó anhelos
esperando la fuerza que necesitaba tener,
yo no quería dejarte al suelo, caer.
porque fuiste la noche apagada que esperaba encender.
NellyCastell