El otro yo

Suspiro blanco

Cuantos mundos frenéticos he caminado contigo

y cuantos más he de caminar sin ti. 

 

Dibujando islas de inconsciencia  

con tal de navegar entre tus aguas de nuevo

me adentro entre tus montes espesos y fluyo;

esperando que ese cristal reflejado me guíe

voy descendiendo hasta el centro de un nuevo ser,

ese que el vapor de la mañana me regala envuelto

en sabanas blancas y rocio,

ese que me estruja y me aprieta y saborea la piel.

Suspiro blanco que cae y corona nuestra escena

como pétalo de rosa deshojado 

mientras se seca entre los versos de lo que no fue