JULIO CESAR CORVALAN

A la mujer

Mientras tenga luz el mundo

Y en el cielo haya estrellas

Besaré tu vientre fecundo

Mujer de sol, bella entre bellas.

 

Mujer con razón en los labios

Te vistes de amor, te peinas de ideas

Mujer sabia entre los sabios…

Con fuerza en la voz y en su bandera.

 

Mujer de pasos seguros

Que pasas dejando tus huellas

Derribando fronteras y muros

 Mujer de paz, mujer guerrera.

 

Mujer con sangre en las venas

Mujer de mármol y arena

La cigarra en la Provenza

Va pregonando tus penas.

 

Alegría, pasión y quimeras

Se dan cita ante tu puerta

Te cantan himnos y arengas

Con pancartas y poemas.

 

Mujer de ojos de tierra.

Mujer de mares y lagos.

Toda la Patagonia entera

Se arrodilla a tus encantos.

 

Mujer de valles profundos

Mujer de aire y cordillera…

Musa de todo mi mundo

Eres la flor de primavera.

 

En ti se conjugan los rumbos

de Princesa y Cenicienta.

Tú das sentido a mi mundo

Mujer, amiga y compañera.

 

 

 

Mientras tenga luz el mundo

Y en el cielo haya estrellas

Habrá una mujer en un punto

Que comparta mis tristezas.

 

Yo le canto a tus minutos

Tus saberes y caderas

Reconozco cada atributo

Que te corona como reina.

 

A la mujer se le canta,

a la mujer se le quiere.

A la mujer se le escucha,

Se le valora y prefiere.

 

Te quiero ver digna y respetada

Te quiero ver desnuda de complejos

Requiero oírte resuelta y liberada

Requiero oírte empoderada de tus hechos.

 

Te quiero oler, hembra enamorada

sentirte quiero  expresando sentimientos

toda siempre tú, entera y segregada

toda siempre tú, con tus guiños y tus gestos.

  

Mujer de cielos profundos

Mujer de agua y arena

Mujer de cantos rotundos

Mujer de alma morena.