La vida es un arduo camino,
por donde todos debemos andar,
desde el día en que nacimos…
desde antes, mucho más.
En la vida somos peregrinos,
Son nuestros pasos, única verdad.
Nuestra meta, es rumbo fortuito,
nuestras alforjas, vivencias de edad.
Caminamos por sendas de olvidos…
Caminamos por desiertos de piel,
allí en la marcha, casi rendidos…
Vemos las luces de nuestro querer.
Caminamos por bastos senderos,
donde vimos al pecado mortal
acicalando sus crines de fuego
y empuñando su arma letal.
Hoy fuimos, viajeros aguerridos
juntos surcamos cielos y más.
Peregrinos de un mundo caído,
en busca de su estrella fugaz.
Cuando no tenga fuerzas conmigo.
Cuando todo comience a flaquear….
me sentaré a orillas del camino
para ver lo que falta por andar.
Podremos seguir otras quimeras.
Podremos sentir huellas de ayer.
El gran legado, en polvos de estrellas
patrimonio celeste de todo tu ser.
La vida te ofrece caminos,
Caminos te ofrece la vida,
Para forjar tu destino
Para enarbolar mil sonrisas.
¡Allá en los columpios del tiempo!
¡Allá donde la vida termina!
Encontraré otro comienzo,
para mi vida peregrina.
Y volveré la vista atrás,
para revivir mi osadía.
De ponerme a caminar,
tras las huellas de otro día.
Dando pasos de verdad,
Dando pasos de justicia…
Como herencia de humildad,
Del que labra su valía.
La vida te ofrece caminos,
Caminos te ofrece la vida,
aun cuando los trinos
De las aves sean espinas.