Le pedí que no latiera tan deprisa
a mi corazón, al verte a ti,
pero te echó tanto en falta
que no sabe, sino latir y latir.
Y le dijo mi mente: \"No te alteres,
no debes demostrar tanta emoción.\"
Pero mi corazón tenía mucha prisa
y ni siquiera le prestó atención.
Se lanzó a quererte sin cerebro,
solo importabas tú...
no pensó que hay amores que le dejan
a uno sin juventud.
Así le fue,fue dejando su vida
a cada palpitar;
y hoy en día ya nada le produce
apenas felicidad.
No le dio tiempo a entregarse por entero,
ni se dio cuenta de que llegaba el fin;
sucedió un día que repentinamente
tú te marchaste...y él dejó de latir.
J.M.BRAZAL