Saulo García Cabrera

ERA UN AMANECER...

 

 

Era un amanecer…
en lo tierno del amor,
y la sonrisa de mi mujer,
florecíendo en su esplendor.

Y su risa…
en el entorno susurraba
el aroma que la brisa
por el horizonte volaba.

Y por doquier…
en el ambiente celestino,
escuchamos un pajarillo,
entonando su alegre trino.

Y tu mirada…
le dijo a mi mirada,
recibe mis besos,
es nuestra madrugada.

Es un día de esos…
que despierto,
amándote por cierto,
con tu rostro en mi mirada.

Buenos días…
bella amada mía,
que seas muy feliz,
es mi deseo de este día.

© Saulo García Cabrera