Mira al tiempo en el retrato trascurrido,
míralo cómo refleja el sido y el ser,
adónde se dirige,
Hacia dónde estalla,
se cierra y se recoge,
se achica y se condena...
Se reagrupa y anda
con su chistera cual cartucho,
papelillo en mil pedazos,
va de bruces
una ultrajada confianza,
solo, solo, como un trance catatónico,
el visitante número,
donde se resguarda su fuerza.
corre, corre,
al tropiezo
rompe la simetría.