¿En dónde están los dulces niños...?
¿Por qué no están jugando...?
¿Por qué sus teléfonos inteligentes,
están mirando...?
Miradas perdidas en el tiempo
Atisban ausentes de su vida natal
Naufragaron cautivos los ojos
Desliéndose en un mar de cristal
Como atardeceres nublados
Sus miradas y gestos son robados
Por gélidos vidrios templados
Con sus cabezas erguidas
Altamente sumergidas
Ya los niños en los parques no juegan
Empolvados columpios vacíos ruegan
Las felices rondas del pasado niegan.
Rezan las madres inundadas en pesares
Por las risas robadas, por los celulares
Huid de falsos míserosocios
Alejan familias unidas enteras
Encadenan y vendan los ojos
Roban la vida, así no lo quieras
Aunque audaces mentes lo aclaman
Pero a los seres queridos; ya no llaman.
Se ríen solos mirando el asfalto
Pero después lloraran al perder…
Cuando Dios en su misericordia…
levante las desoladas almas muy alto.