Federico Mendo Sánchez

MÍA Y NADA MÁS

 

Bien recuerdo aquel día en que tú me prometiste,

darme todo tu cariño, tu amor y algo más,

y así fue que esa mañana tú muy pronto decidiste,

que serías sólo mía, sólo mía y nada más.

 

Con mis sábanas tendidas, yo esperaba tu llegada,

todo el cielo estaba claro y había luz brillante,

yo te vi llegar muy pronto, lentamente y callada,

hasta allí tú ignorabas  que quizás serias mi amante.

 

Fue la fuerza del momento lo que pudo convencerte,

ya mis brazos te esperaban con las ansias y pasión,

fue mi mano temblorosa que empezó a desvestirte,

yo sentía muy aprisa el latir del corazón.

 

Cada vez era más grande, esa angustia de tenerte ,

 y sentir sobre mi cuerpo a tu cuerpo estremecer,

tu agitaste mi silencio y las ganas de poseerte,

y así pronto nos besamos hasta el amanecer.

 

Pues tu cuerpo estaba ardiendo  y muy lleno de pasión,

con un gemir alborotado parecías explotar,

lo sentido en ese instante fue una bella  impresión, 

me abrazaste fuertemente y te dejaste llevar.

 

Al sentir que ya eras mía,  lo grité con emoción,

la mañana estaba llegando y no quise yo dejarte,

quizás ya no volvería a verte, me rompiste el corazón,

muchas gracias me dijiste, pero a ti no puedo amarte

 

Chimbote 29 abril 2017