calles polvorientas, rejas de madera;
viejas arboledas, sin asfaltos ni veredas.
casitas sencillas y humildes colmadas de calor de hogar;
niños que felices jugaban por jugar.
despues de la once, todo era juegos;
no habian preocupaciones de balaceras o pleitos.
no habian tantos lujos y la tecnologia escaseaba;
mas, el mayor lujo era jugar hasta matar las ganas.
las calles eran el patio delantero de nuestras casas;
todo era risas y juegos... ¡ah, que hermosa esa infancia!
hoy esos tiempos se olvidaron
cada quien siguio su camino.
la tecnologia ha ganado;
ya no se ven jugando felices, los niños.