Jesús Pérez Rubi

Atezado Destino VIII Canto de Amor

Capitulo VIII

 

Canto de amor

 

Luis Manuel, Cada tarde fue llegando más temprano aquella casona y cada día más alegre, ya habían transcurrido tiempo y los conocimientos en María Luisa fluían y era notorio en sus conversaciones. Pero también era notorio la alegría de ambos.

Aquella tarde del viernes al finalizar sus lecciones, María Luisa coloca uno de su delgados, finos y morenos dedos índice en la boca de Luis Manuel, indicando que callara. -Maestro llegó el momento de hacer su pago, el domingo a media tarde nos vemos a las riveras del Caroata, llegó el momento de la Magia.

Luis Manuel como siempre asaltado por el brillo de esos ojos, perplejo solo quedo asignar con su cabeza, tomando de la mesa su portafolios, siendo escoltado hasta la puerta por la alumna en sus días y la princesa negra de sus noches.

Aquel domingo, luego de la misa de las 10:00 a la cual asistía Julia, Carmelo y María Luisa, debían asistir a la Casa de la Familia Ramos, en aceptación de una invitación para almorzar y como costumbre hablar de los acontecimientos políticos y militares que sucedian en aquella ciudad, en Venezuela.

La primera lanza de oriente con ayuda de su hermano había llegado a la presidencia, eran tiempos del Monagato, cuestión que a muchos le hacia ruido como a los Ramos por aún tener esclavos en tierras de oriente, pero que hacía feliz a los Novoa por razones obvias; entre ambas familias los unían negocios y una antigua amistad de sus padres, desde las tierras de Orientes, donde también habían nacido los Monagas.

María Luisa, luego de la misa y finalizado el paseo por la ciudad junto a Julia y Carmelo, antes de ir a la casa de los Ramos, indicó su indisposición para asistir al almuerzo, para María Luisa era obvio que los Ramos no veían con buenos ojos, que una mujer negra tuviese tales libertades y más el sentarse a la mesa junto a ellos, Julia y Carmelo, entendían la situación y en fin siempre había sucedido así.

María Luisa se dirigió con calma hasta las riveras del Caroata, donde estaba Juanchito, María Luisa lo tomo en sus manos y converso con el

Inmediato se escuchó una voz varonil que dijo firme y suave. Lo mágico es la magia que tienes para unirnos, la magia son las que tienen tus ojos para quedar prendado a ti.

María Luisa, - con asombro voltea y queda muda al tener frente a ella a Luis Manuel

-que hace acá tan temprano faltan horas-

Luis Manuel avanzando a ella dijo – no quería llegar tarde, no quiero perder en mi vida ni un segundo de poder estar junto a ti.

Dos pasos paso mas por Luis Manuel que a cada uno multiplico la respiración de María Luisa, con solo par de centímetros de sus rostros, miradas fijas, Luis Manuel pregunto:

¿Sabes lo que está pasando?

María Luisa tomando su rostro en las manos, le contesto:

-sí, lo sé-

Dos segundos eternos de silencio y siguió María Luisa

-Luis Manuel, a usted. le amo-

Las manos temblorosas pero seguras de Luis Manuel, se deslizaron a la cintura de aquella escultural figura, llegando a su espalda y juntándola a su cuerpo, con las vistas fijas sin parpadear unieron los labios de aquellos enamorados, un toque inocente que fue llenándose del fuego que llevó aquel beso suave, sutil, pero cargado de la pasión de dos corazones.

Luis Manuel, con la delicadeza de la seda fue retirando cada prenda que cubría aquel cuerpo, y a medida que descubría aquel lienzo moreno, su corazón se aceleraba de amor y su cuerpo atendía al deseo por aquella bella presencia, Luis Manuel poso a su amada sobre el pasto haciendo crujir lentamente aquellos rastros secos, los rayos del sol que se colaban entre el tupido techo de los árboles hacían brillo angelical en el oscuro cuerpo, los árboles hicieron silencio y los pájaros callaron sus cantos ante el sonido de la felicidad que abordo el bosque y la rivera, el acople de dos tonos, una canción haciendo un canto… canto de amor de dos corazones siendo uno.

 

Canto de amor de dos corazones, de aquellos días, de días pasados

de los amores de amores, prohibidos, grandes amores.

 

Jesús Pérez Rubí / Andariego

02/08/2020