Augusto Fleid

Vía Láctea

Le lloró al mar roto

En una triste despedida.

Allá dónde el sol se vierte 

En la lejanía dónde la vista se pierde en la monotonía de una oscuridad profunda.

 

Solos, mis versos conocen 

Lo que en mi interior se refugia.

 

En el indómito espacio 

Dónde el tiempo pasa despacio

Y la luz se rasga en la nada

visitando los rincones.

 

Abandonados en un corazón en penitencia que sólo busca la inspiración más allá de la imaginación que brinda una ventana.