El mundo y su sociedad,
de vivir se han olvidado
y por ello he preguntado,
¿dónde estás humanidad?
Es triste ver la bondad
arrastrada por el piso,
vulgar y sin compromiso
como si fuera indigente.
Desafortunadamente,
yace gélido el occiso.
Somos zombis del desierto,
ateridos en la sombra
como nada nos asombra,
“aterramos” lo cubierto.
Asesinando el concierto,
¡qué tanto nos atesora…!
Se nos desangra la autora
deshelando sus glaciares,
perdiéndose en avatares
la nubilosa mentora.
Es digna de admiración,
la bola que no descansa
y de rodar no se cansa,
para evitar la extinción.
No encuentra la explicación…
ríe cuando hay que llorar,
puja, pretendiendo amar,
perdona, por no sufrir.
Holocausto el devenir,
cuando tenga que estallar.
Carámbanos sin conciencia,
sinrazones convertidos.
Debemos ser exigidos
en la mayor convivencia.
No es justo que la violencia
apuñale a la razón,
que pueda más el ladrón,
que la misma probidad.
Pidámosle a la maldad,
deshelar su corazón.