¿POR QUÉ Y PARA QUE ?
En una tarde lluviosa
donde el grito llamaba
Una mujer dolorosa
al Dios del cielo clamaba.
Porque los inocentes viajan
dejando tanta tristeza
lo que pasa que ellos van
como testigos de la certeza.
Ya que todos guardan
las piedras que han de lanzar
al menos ellos no andan
pensando como pecar.
Y han de ser los custodios
para a Dios ayudar
que siendo la caridad de Dios
mágnifica en perdonar.
El hombre como ser humano
la verdad siempre la guarda
con la mentira en la mano
gana la inocencia que aguarda.
Si solo fuera la verdad
que campeara en el corazón
no habría voluntad
de exigir la explicación.
O fuéramos animales
de la selvática vida
que para saciar sus males
el morir es el premio de la vida.