Esa estructura inmune
crea la incertidumbre vana,
por la mente abigarrada
penetra ambiente en desgana.
Crepúsculos errantes, viajan,
tempestades e hitos, cubren,
las olas de mi imaginación
cual gotas de azahar en suspensión.
Los pensamientos se amontonan, ya,
por desear expansión sin voluntad,
cesan su quehacer los recuerdos,
muestran sus apéndices energizados.
Truena y desemboca en la marea,
el tiempo transcurre impertérrito,
la voluntad congela el ártico,
se sienten presiones pavorosas.
Es ambiente irrespirable, suena,
con sonido de vacío penetrable
por la lanza en sinrazón, porfía,
perturbada en auxilio del corazón.
Días oscuros y noches relucientes, ya,
nunca se procesaran esos ambientes,
provocaran declives en las mentes,
nunca, la esperanza de ser conscientes.