Noveles al canto herido,
al quejumbroso lamento
de pluma-mente-papel.
Afilad bien vuestros cuchillos,
empuñad con fuerza vuestros
lápices y no desfallezcáis
nunca
ante el desesperado
ataque del dictador “no”.
Compraos gruesos tapones,
aprended a leer en los
labios
y continuad rellenando
holandesas
que ya llegará
el día en que triunfe la
razón.
Entonces sonará
la
hora y podréis
demostraros a vosotros
mismos
vuestro auténtico
valor.