VALE EL SACRIFICIO
No me arrepiento. Pude estar en coma
mientras otros sumidos en jolgorio
parecían tener clara la doma
sin páginas plagando un dormitorio.
Vivía con monedas hechas goma
e hilachas de una prenda un accesorio,
fuera de sintonía u otro idioma
trepando juventud en envoltorio.
Esos años marcaron diferencia
por las manos callosas en empeño
tendidas como parte de una herencia.
No sirve un sacrificio con desdeño
si es pieza que se suma a la experiencia
cuando cumple a futuro todo un sueño.