Cuidad ese envoltorio,
lleno de magulladuras,
donde viven
trenzas opacas y ruidos soñolientos.
Cuidadlo sí, para que no haya
más ruido sobre las frentes
y las sienes no se pueblen
de estructuras con hormigas.
Proteged en cambio, los sonidos
de las fuentes, las lechuzas interminables,
los campos asolados por serpientes.
Y que el agua flote entre las copas
de los árboles, con fortaleza inextinguible-.
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