Mirando de frente al sol,
autora cubre mi ocaso.
Sendero que orienta el paso,
haz de la diestra un crisol.
Pisando firme la tierra,
miraré al retrovisor.
Apagaré el monitor
para no ver esta guerra.
Atacando a los retoños,
sumidos en tontas redes.
Las hiedras cambian sus sedes,
mil jardines por otoños.
Sólo florece el jazmín,
pistilos indiferentes.
Cada vez más indulgentes,
ante el cuervo parlanchín.
Arriate que los marchita,
el augur de bella flor,
que desconoce el amor,
vuela paloma bendita.
Derrochando tus abriles,
en pócimas del placer.
Rompen fuentes al nacer,
las rosas y los añiles.
Aquel rostro angelical,
bañó de nieve tu pelo.
Tus perlas mojan un velo
anegando el manantial.
¿Culpable la celestina?
¡qué por algún interés…!
acarició hasta tus pies,
con su loa libertina.