Jesús Oscar Ugalde

Ven, ven, ven

Cómo se ve el hombre contigo,
cómo se ve la luz perpetua engalanando esta sociedad,
séquito de compromisos,
incesante dualidad espontánea,
ven como en fanfarria, o aléjate en silencio.

Tu hábito temporal,
solo por considerar su derrumbe sobre tus hombros,
la tentación al cercano, coincidente aprendizaje.

Ven, ven, ven.
Se detectó aéreo nuestro ser rampante,
como nave, como absoluto temerario.