En bella noche estrellada,
al contemplar azul cielo,
se proyectó aquel anhelo
de noble alma enamorada;
pues te miré encadenada
a interminable desvelo,
y al contemplar yo tu duelo,
con ansia desesperada,
grité que mucho te quiero,
que eres mi única esperanza
mi tierno amor mas sincero;
que gran bienaventuranza,
pues ese bello lucero
me dio su amor a distancia...