Luis López 382

Algún día voy a llegar

 

Algún día voy a llegar sin prisas,

sin mapas ni calendarios,

con el tiempo en las manos como un juguete querido

y con la alegría expresada en la frente,

dibujada a través de un ceño

de esperanza y libertad.

Algún día voy a llegar

siendo el mismo y otro,

y pararé en aquella estación de la Jiménez

donde nos veíamos

para parchar por el centro de ensueños

y paredes coloreadas.

Algún día voy a llegar

y miraré cada puerta del transmi,

hasta que un día o mejor una noche,

salgas por una de ellas

con tu sonrisa dispuesta y los cachetes sonrojados por verme.

Tal vez no te diga nada

pero te miraré como un todo,

y nuevamente el centro será nuestro refugio.

Como dos aves citadinas

que se posan en cada parque,

viendo el ir y venir de las personas

hasta que el amanecer caiga como nosotros

sobre una cama de hotel de la 19

o la Candelaria.