Flores de otoño,
se ven en las praderas,
de vez en cuando.
Flores que surgen
y tiemblan con la brisa
de la otoñada.
Flores que nacen
en pechos y en las almas
de las personas.
Y es que el otoño
también tiene hermosura
y la regala.
La tiene el bosque,
regado por la magia,
en sus colores.
Surge en el río
por medio de cascadas
y en los meandros.
Pero en los hombres,
la sangre acelerada,
brota en sus labios.
Son los suspiros
y el llanto contenido,
como sus lágrimas.
Y es el susurro,
el eco con tu nombre
que da el otoño.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/10/20
En otoño se ven algunas flores que de una manera tímida asoman en los campos y jardines. También parece que sus hojas son muy débiles y el viento juguetea con ellas, como si quisiera acariciarlas una y otra vez. De todas formas y quizás por sus anárquicos brotes, se ven flores muy delicadas y, precisadas de cariño y atención. Es posible que salgan buscando la luz para animar a los poetas y decirles que ellas también quieren vivir y soñar en esta época del año.