Veo como llueve a cántaros y una mujer llora detrás del humo de un cigarrillo se pierde en meditabundo murmullo
entre relámpagos la veo opacar su mirada entre la violenta bruma su silueta corre por las vías de un andén hasta que sus pies se cansen
Tropiezan los rayos yo siento su dolor entre estas frías gotas su alma despechada ruge con la fuerza de una leona herida o como la hada despojada de sus aladas alas bajo el frío de la Antártida.
Bajo un puente oculta su mirada catapulta llantos medievales al vacío...
Dónde quedó la magia escondida en aquella desesperada canción
Dónde está las llamas de esta pasión que se volvió ceniza
Dónde están aquéllas sonrisas que volvieron tristezas
Dónde está aquella promesa que se transformó en transparencia de un día al otro
Dónde quedó su esencia en esta poesía que se volvió una romántica tragicomedia
Dónde quedó aquella alegoría que el amor es por siempre o es otro eslogan cruel del destino
Dónde está aquél cobarde con alas para que le devuelva la ilusión que perdio en aquella estación de tren
Dónde quedó la melodía que se volvió una aflicción
Dónde quedaron los pedazos de su corazón para volverlos a unir y devolverlos a su dueña la cuál soñaba con ese alguien que marcaría un final alegre término en otra triste historia bajo cero.