No puedes morir
Mi poema de hoy ¡justamente es para ti!
el que perece entre su silencio entre brumas
y descontentos, entre la noche callada y el profundo silencio
porque te hiciste de la nada, dueña de todo.
Y eres tan inmensa, como diosa impregnada,
porque tú eres tú, que cuando quieres cobija,
cuando quieres calienta, cuando quieres dar, todo lo das
y cuando quieren te llenan hasta de lodo.
Porque eres recibidora de todos eres amor que llevas
entre poros, eres de tantos y con tantos años, la más benefactora
de tanto daño y constantemente te siento, ¡entre gritos desesperados!
Porque ahí entre tú y yo, está ese lejano pasado, donde miles de miles
yacen enterrados.
Y yo te protejo, con mis manos te sostengo, con la vida te mantengo
como reliquia terrenal y amada. Que entre mi la sentiré penetrar,
cuando a la mía esté calada y entonces habrá un canto de violines,
lloverán ancestros, entre olores de jazmines.
Nacerán lirios blancos y se hundirán hasta adoquines.
Todo volverá a ser la nada que se convirtió en fruto.
Nacerán de nuevo una tribu sin ser salvajes, porque el amor
recibirán de mis manos. ¡Soy la tierra, que tanto los amo!
De amor soy tierno brebaje para que me cuides más,
para que me veas bella y reluciente con el brillo que me calcinó
cuando fui tu amada, tu primera estrella.
Salta lobo, salta fiera, salta rayo, salten todos los que quieran.
Al toque de indígenas vengan junto a mi
y ayuden para volver a ser como yo fui,
¡hermosa tierra! llena de verdes enredaderas
y preñados frutos, ¡que me ayuden! Que mi vida recobre sueños
que en este peregrinar ya no disfruto.
¡Porque siento que muero!
¡yo quiero levantarme pero es por ti,
que espero!
NellyCastell