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Realidad y lágrimas de amor.
Al llegar María Luisa a su casa la esperaban Julia y Carmelo en el salón, los cuales mostraban molestia, Julia la abordo de inmediato solicitando su presencia de forma fuerte y firme; María Luisa extrañada de su tono de voz indico -¿Qué sucede tía?-
Julia con ceño fruncido la interpelo iniciando, -quien pregunta soy yo y me vas diciendo inmediatamente ¿Dónde estabas?
Los ojos de María Luisa se abrieron por completo en señal de asombro ante la reacción de Julia y dio un paso atrás dando respuesta: fui a las Riveras del Caroata, disfruté de sus aguas y vine a casa.
Agradezco me digas la verdad María Luisa, a qué lugar fuiste. Indico Julia.
Ahí María Luisa se percató que la respuesta la sabia. Fui a la gallera del norte.
Eso no es todo ¿Y con quien carajo fuiste?
Tía, acompañé al maestro Luis Manuel a jugar a Juanchito. Es la magia de la magia.
La magia la voy a hacer yo contigo con al tunda de palo que te voy a dar, como se te ocurre entrar a un lugar de hombres, tú no te das cuentas que ¿eres una dama, que esta sociedad te juzga por color y por género? Y nosotros haciendo el mejor trabajo tanto en lo personal para que crezcas y seas aceptadas como lo que eres, una dama de la Familia Novoa.
Una pregunta y quiero que me respondas en absoluto con solo un si o un no, hay un romance entre tú y el maestro Indriago, a lo cual María Luisa contesto, Si.
Entonces sabre agradecer que vayas a tu cuarto y no salgas y es una decisión que desde este instante se acabaron las clases, ni una vez más ese maestro pisa esta casa y tu jamás veras clase con él. Y explico: ese maestro, aunque criollo no tiene apellido solo tiene eso, es maestro y tú eres una Novoa, segundo es un abuso de confianza el fijarse en ti y tercero ser participe ante semejante locura de ir a la gallera.
Es lamentable que un hombre que se haga llamar maestro respalde semejante disparate y comportamiento irracional.
Una última pregunta, ¿el dinero que ganaron que paso?, con la cabeza incrustada en su pecho y su mirada en el piso dijo, lo tiene Luis Manuel.
Era de esperar que una persona de ese estatus expusiera a una dama tan solo por dinero, manchando al final el apellido y su reputación. Como indique, ve a tu cuarto y luego hablaremos.
María Luisa a cada paso que daba, emanaba una lagrima de sus ojos, recorrió el pasillo en pleno silencio hasta llegar a su habitación, donde al llegar a su amplia cama, perfectamente tendida, se desplomo a llorar entre sus almohadas.
Luis Manuel aun sumergido entre la dulzura de los besos y las sales del amor entregado, fumaba un cigarrillo viendo por la ventana con mirada perdida en la lontananza imaginando aquellos planes y futuros… henchido de amor y placer, se sentó a escribir versos a su amor, de su amor, sobre aquel día.
Dia de lágrimas de amor, de aquellos días, de días pasados
de los amores de amores, prohibidos, grandes amores.
Jesús Pérez Rubí/ Andariego
01/03/2021