Inmortal no es vivir siempre,
sino, no haber sucumbido.
Inmortal no es para siempre,
sino, amar como es debido.
Inmortal no es ser eterno,
sino, la fe que he tenido.
Inmortal no es infinito,
sino, aguantar el destino.
Inmortal no es no haber muerto,
sino, haberte poseído,
y amarte como te he amado,
y volverme clandestino.
Inmortales son tus ojos,
que se meten en mis sueños.
Imortales, tus carisias,
que me encienden tu recuerdo.
Inmortal, es nuestra historia,
y no importa quien la cuente.
Inmorales y mortales,
son los que me impiden verte.