Escucho tu silencio moverse por el cuarto
y se acomoda en el mismo mueble
donde caricias causaron un sin fin de infartos
y nuestro aroma, quedó indeleble.
Ahora el mueble con tu fantasma lo comparto
y sin evitar que ojos se anieblen,
me recuesto buscando calor como lagarto
en tu sombra que me dejó endeble.
Sabes, tu perfume me cura y me hace sufrir.
Este mueble entiende mis empeños,
y le hiere que nuestro amor no pueda resurgir...
Este mueble es testigo de insomnios hogareños
y se queda conmigo a dormir
para escuchar tu silencio, moverse en mis sueños...
Luis. Angel Castillo Aguirre
Los Derechos Reservados // 15-03.2021 //
Foto tomado de Red