No te enamores de mí,
no soy de las personas que se quedan y luchan
por un amor que no importa si los hace sufrir,
prefiero irme antes de que me vuelvan a lastimar,
antes de que me hagan llorar.
No te enamores de las marcas que hay en mi piel,
me adornan entera pero son peligrosas también;
en ellas puedes encontrar sabor a fruta fresca
o el más amargo sabor que seque tu lengua
y eso mi amor, podría ser tu propia condena.
No te enamores de mi sonrisa,
no te enamores de mis estrías,
no te enamores de mis tristezas,
mucho menos de mis poesías
melancólicas como yo sola
cuando bebo en la alcoba
y me pongo a pensar en el pasado
qué me sigue lastimando
porque temo que al soltarlo
una parte de mí se pueda morir
y no sepa de dónde vengo y a dónde ir
cuando tu amor tenga que partir.
No te enamores de mí te lo pido,
me da miedo que mi corazón salga herido
nuevamente y no sea correspondido,
porque los años no han pasado en vano
y a pesar de todo lo vivido
sigo esperando por un amor real
qué me despierte el alma, que me haga cantar.
Porque aunque es mejor herido que dormido
yo ya no aguantaría otra puñalada más
y si ese amor me pudiera llegar
simple y sencillamente ya no lo dejaría entrar
por remordimiento o por temor.
Por último, no te enamores de mí
si te aterra la idea de volar,
porque cuando me enamoro de verdad
no me importa la altura que pueda alcanzar;
si voy tocando con mis manos el cielo
o me doy un trompazo en el suelo,
y si eso te da motivos para huir,
por favor, no te enamores de mí.