Dejo tras de mí la lobreguez inmediata,
Los muros de concreto, el hastió rayano,
Ofusque gritando mi libertad en pausa,
Tras la calidez del hogar me separe emancipo
Y volé sobre otras tierras, otras caras, otra lengua,
Otras fronteras y me asenté cargando sueños
Como equipajes valiosos los sujete
Hasta poder alcanzarlos.
Y me sedujo lo opuesto a mis razones
Y volaron los sueños de mis manos
Enardecido al amparo del caudal
En desbandada como olas de tsunami
Me arrancaban mis quimeras.
Y acostumbrado a mis buenos principios
Me maldije por mis erratas estúpidas
Ahogando la conciencia, los gritos
De mis culpas en una copa de licor,
Queriendo liberarme adormecí
Mis impulsos en aquel polvo blanco.
Y fueron los remordimientos de un hombre
Que siempre fue cabal en sus ideales,
Deportista de la vida, alegre y verdadero,
Ejemplo de buen padre,
No me reconocía en el momento,
Pesaba sobre la espalda una gran culpa,
¿Cómo puede caer tan bajo?
Pero sabía algo y deduje que era oportuno,
Era tiempo para el abandono antes de que
Las garras de las drogas causaran
El hundimiento de mi realidad.
Ya han pasado ya varios años
Y orgulloso digo que es mejor
Vivir sin drogas...que morir en vida
Inmerso en su dolor.