Insistente el pálido hombre acecha,
damisela cual labios de escarlata,
por la fría calle de Marsella,
de fondo, triste es la sonata.
Por la calle, pasa el gato negro,
tristeza abunda la fría alma,
le disgusta, ese, su reflejo,
que se marca en la ventana.
¡Oh, bella mía!, Te falta,
delicadeza en tu semblante,
deja te escribo una carta,
de aquél, mi corazón palpitante.
Te asusta quizá mi apariencia,
sentimiento sabes no expreso,
algo oscura, es esa, mi esencia,
Leonor tu corazón no tengo.