Cuando voy al campo incluso viajando en moto me gusta ir despacio y contemplar todo el paisaje. Una pintada en una vieja tapia abandonada entre naranjos cerca de un pueblo milenario rodeado de naranjos bajo un cielo azul casi blanco, me hace detenerme a leerlo con tanto interés como si estuviera el museo arqueológico del pueblo que visito. Entre Sagunto y Almenara, unas tierra de gran hermosura y llenas de historias , me alegra ver la cantidad de pintadas de gente anónima que no buscan el me gusta en las redes sociales, ni ser famosos, y sin embargo muchas de sus frases son más ocurrentes, sinceras y potentes que las de gente famosa o que tristemente pretender serlo. Esas pintadas como las que contemplaba tienen la fuerza expresiva de estar en el tiempo y en el espacio unidas al escenario perfecto para la interpretación. Situadas en el camino, en el sitio exacto los problemas reales, los problemas del pueblo. Son la voz del agricultor, del trabajador, del parado. El grito desesperado del oprimido en un rincón en un trozo de terreno. Es la voz que no tiene importancia para el poderoso, la de un don nadie hablando de miles como él. Es la misma historia del mismo hombre nacido y muerto durante miles y miles de años en estas tierras. Lleva sufriendo desde el principio de la historia humana la desigualdad, la falta de oportunidades, la impotencia de alcanzar una vida plena. Aplastado por un ciclo repetido y que no se puede romperse de invasiones, guerras, conquistas, reconquistas, progresos, revoluciones y contrarrevoluciones. Pasando con la moto junto al molino cercano a Cuart de les Valls, he parado a leer una hermosa pintada. Letras en negro, grandes, llenas de rabia e impotencia que deja el sabor de la traición política. Estaban sobre un muro hecho a base de esfuerzo de riñones, de curvar la espalda y la frente bañada en sudor de alguien que ahora es astillas en el polvo, el mismo polvo del que fue su huerto. El muro sirve para sujetar tierra que contiene un campo de naranjos entre sus paredes de piedra de rodeno unido por una capa de hormigón ligero que salva el desnivel del huerto con el camino. Al parar puedo ver al oeste creciendo unas montañas calvas donde no crece casi nada, y hacia es este un azul marino con aire salobre, cañares y barrancos llenos de zarzales, y muy al fondo si me alzo unos pocos metros, los suficientes para superar las copas de los naranjos que me tapan el horizonte veo la franja del mar casi a la misma altura que los cinco kilómetros que dista sobre un terreno plano lleno de naranjos y campos perdidos amarillentos y polvorientos.
La pintada nos cuenta:
El camp arruinat
y el botanic on esta?
El campo arruinado
¿y el botánico donde está?
El botánico es el pacto de gobierno por el que tres partidos se hicieron con el poder en esta región con eslóganes populistas que emplearon y siguen empleando como:
“ recuperaremos el campo, pondremos en el centro de las políticas a las personas, hemos venido a rescatar a las personas. Somos ecologistas, progresistas, reformistas y feministas”
¿ dónde está el botánico ? Le pregunta está pintada sobre la vía Augusta , la que realizaron esclavos de esta tierra que fueron vencidos por una potencia superior: Roma.
La respuesta es sencilla:
el botánico está sentado en el senado en un paisaje de butacas pensando en como arruinar el campo, como aumentar la desesperación, como conseguir que haya más hambre y nadie se rebele, es decir , está atando cabos. En el campo se dedican a hacer rutas turísticas para demostrar que son ecologistas, dejando en algunos espacios que llaman protegidos como marjales con unos centros educativos medio ambientales con patos, ranas. Construyen miradores para aves que pintan de divertidos colores y contratan animadores medio ambientales, subvencionan a ecologistas que dan charlas retribuidas en colegios mostrando lo que está haciendo el botánico . Los espacios protegidos tienen las dimensiones exactas de una zona comercial, exactamente siempre es la misma medida de protección, lo que mide una zona comercial y servicios auxiliares. Una vez se sale de la zona, todo esta arrasado. Los campesinos abandonan sus tierras arruinadas que son vendidas a contratistas para hacer pisos o naves industriales , donde al final no va ninguna vivienda o industria y se llenan de ratas, a veces hasta personas a las que llaman okupas que desalojan como las ratas, con gases y fuegos de la policía. Los proletarios que se pasan la semana trabajando 12 horas diarias en una fábrica oscura, cuando salen al campo y ven una charca llena de cientos de patos , sin comprender que al final van a parar todos los patos que quedan vivos allí por ser el único sitio con agua limpia, se maravillan de que hermosa, fecunda, es la naturaleza y cuanto están haciendo por ella los políticos.-
Ya sabemos donde esta el botánico, la pregunta la hemos contestado.
El campo arruinado- decía la primera frase de la pintada.
Para mi la ruina del campo es no poder vivir del campo, que un hombre se le marchiten sus deseos, sus ilusiones por la imposibilidad de trabajar, que acabe pobre e idiota, porque la pobreza engendra idiotismo, y el idiotismo y la pobreza es lo que quiere el botánico. Gente arruinada y que no se rebele.
No tarde en seguir mi viaje y ver más pintadas.
El campo valenciano se muere.
A esto solo podemos responder con el sentimiento.
El campo se muere estático,
nuestro ojos lo ven morir sin poder ayudarle.
Y quienes lo defienden,
cuando se muere el campo se mueren ellos.
Los políticos se ríen satisfechos ante la críticas
porque se muere el campo
y la gente pasa menos hambre.
Pero el campo es tan sufrido que guarda silencio.
No muere solo, lo hace acompañado de quien lo quiere y quien lo chafa.
Ángel Blasco.