Jorge Horacio Richino

AFERRADO

 

 

Como encadenados en hilera unos tras de otros

en continuada y mortífera monotonía,

así es como se vienen encima de nosotros

en su fastidiosa pero constante armonía.

 

Sin disparidad de tiempo ellos siguen su ruta

 en repetidas veces con actitud vacía,

miserable situación que ya no se disfruta

involucrándonos en sarcástica atonía.

 

Son etapas que a los años se tornan pesadas

como cálamos de plomo o nubes de algodón,

ya han abandonado ser las flores perfumadas

que en tiempos lejanos despertaron ilusión.

 

No importa lo que cuenten, tristezas o alegrías

… aún deseo que sigan pasando los días.

 

 

 

 

Jorge Horacio Richino

Copyright