Nubecita

Se lleva dentro

Los santiagüeños que han fallecido,

Han vuelto al pago

de una manera u otra

Se nos adelantaron al viaje

Regresaron en cuerpo o en alma

Han recorrido esos caminos

que desde changos los vió pasear

esos montes llenos de algarrobos y mistoles

Abrazar ese sol que quema el alma

cerquita la siesta.

Apreciar la luna tan bella 

en completo silencio

Una larga distancia los separaba 

porque ellos dejaron ese sitio

por mejorar y progresar

cada uno desde su lugar

haciendo lo que aprendieron

Algunos con la esperanza 

de regresar a vivir

y allí terminar sus días 

Pero el destino los sorprendió 

lejos de su tierra

la muerte los alcanzó antes,

de haber elegido volver

Soy hija de santiagúeños

Y en mi sangre corre

el misterio que encierra el monte

el secreto guardado de la Salamanca, 

de las imágenes nocturnas,

del silbido del cacuy

del sonido de la chicharra en el verano,

del aroma de pan caliente, 

del sabor de la carne asada,

del mate y la tortilla cocinada al rescoldo, 

del dulzor de las tunas maduras,

del olor a tierra mojada,

Aquéllo se lleva dentro

aunque no haya nacido allí.