Siente el silencio
forzado de las calles
en estos días.
Es la pandemia
del virus que cabalga
para atraparnos.
Pero los hombres
desprecian la derrota
sin dar batalla.
Y en eso estamos,
luchando contra el virus
desde el silencio.
Ahora, en la luna,
hay agua en el subsuelo,
dice la ciencia.
Quizás sus gotas
nos sacien y nos colmen
de tanta sed.
Tras el silencio
se esconden las pasiones
y el egoísmo.
La luna llora
contemplando todo esto.
No se lo cree.
Tal vez el agua,
que dicen que ella tiene,
nos de la paz.
Rafael Sánchez Ortega ©
27/10/20
Es la actualidad que vivimos y que nos rodea. La noticia está aquí, en el virus. Por eso surge una llamada al silencio. Dejemos que las palabras callen y también que se cierren los ojos, que nos invadan las sombras, que el tacto se vuelva insensible, que se congele el agua de los ríos y que las olas, en los mares, escondan sus bufandas, mientras las estrellas dejan correr su llanto por el cielo y nosotros, sencillamente suspiramos deseando que pase esta pesadilla.