La floritura rebelde encausada a vivificar
los anatemas de la inmortalidad
representan las ventosidades analfabetas
supracongestionales y divisorias acurrucadas
en las esquinas de las cartas;
los huevos de las leyes
las lenguas de las axilas, los ojos del páncreas
la vida de las morgues, el sexo en las morgues
los tiburones gigantes en el fondo de los océanos
el letargo de los espejos y los relojes
que juegan en pared sin avisar
a Pete Sampras a que hora
salió la bola