¡Que tiempos aquellos, de cantos y risas,
salidos del alma repleta de ensueños;
sorbiendo la vida, viviendo sin prisas,
sintiéndonos siempre, del mundo, sus dueños!
¡Que bellos delirios de castas promesas,
de besos furtivos, de inquietas miradas;
de rostros lozanos, de manos traviesas,
buscando las manos de niñas amadas!
¡Me vienen recuerdos de aquellos momentos
que fueron la fuente de muchos poemas;
que llenos de anhelos, de amores sedientos,
gozamos con ansias caricias supremas!
¡Mas Cronos se impone con rápido paso
moviendo la aguja que lleva al ocaso!
Autor: Aníbal Rodríguez.