¡Aquel reloj! ¡Oh, reloj de pared!
Que en tus manecillas el tiempo quedara.
Aquella hora en que su mirada me encontraba.
El minuto en que nuestros alientos se cruzaban.
Reloj de pared Que tú tiempo retrasas.
Retrasa tu la hora en que sus brazos me tomaban.
Oh, reloj, háblale al tiempo.
Absurda idea de que con minuteros le atrapan.
Regrésame al día en el que cambio mi vida..
Devuélveme las mariposas que de mi garganta salían.
Tu que has Sido testigo de la hora y el momento.
Tú qué presenciaste aquel planificado encuentro
Esa fatídica tarde,
en el que sonido del timbre cambio en un instante
El instante en que su voz cruzó la puerta
Para quedarse en mi mente de manera perpetua.
Reloj de pared,
tú qué apresuraste los segundo de nuestros encuentros fortuitos.
Te pido, solo está vez te pido
Que me regreses al tiempo en que era mío.
O apresura la melancolía que me invade todo el día.
Y adelanta las noches en las que el insomnio me domina.
Detén el suspiro que me roba la tarde,
cuando el sol me pinta un crepúsculo de sangre.
¡Tiempo, tiempo, tiempo!
Que en tus manecillas me tuvieras
Prisionera eterna me quedara
Me acompañaría la melancolía,
pintando una tarde sombría
y tú,
reloj de pared,
que tus minutos retrasas,
esperaría la hora
en la que a mis brazos lo regresaras.