Al Duborg

(Guayo)

Por las esquinas, va un ángel,

recorriendo los caminos

y en cada vuelo concierta

la mesada de su nido.

De plumas ya maltratadas

bate sus alas marchitas,

y con valentía se carga…

para levantar el vuelo.

Ya se le encorva la espalda

ya se está poniendo viejo,

manteniendo la esperanza

que sus nobles angelitos,

al crecer, le den su aliento.

Pues todo lo que se gana,

es para darle el sustento

a sus angelitos bellos.

 

¿Señora le barro el frente?

le corto el césped, las matas,

corrijo las grietas y luego…

también, le pinto la casa.

Pregona por las mañanas

saludando con voz alta,

todo el mundo lo conoce

y el trabajo no le falta.

 

¿“Guayo”, dónde vas mi “Guayo”?

es la voz de un inocente.

La primavera inconsciente,

deshojó su abril en marzo.