POESÍA Y LUZ.
Siento me habla la brisa temprana,
voz de amor que mi alma identifica
sin una palabra sé lo qué significa,
brisas de un poder que mi alma sana.
Es dicha del hombre vivir y sentir,
lo que no se puede exhibir o mostrar,
aunque se hagan alardes al hablar,
o se presuma de grande en el decir.
En un templo vi a un pintor con mis ojos,
pintando sagrada misa en un lienzo,
se exaltó no poder pintar del incienso,
invisible perfume ajeno a su antojo.
Frustrado el pintor perdió la calma,
rompió del altar imágenes de santos,
gritaba, si mis pinceles son tantos,
por qué pinto solo rostros sin alma.
Rabioso el cura golpeó al pintor,
con el cáliz de oro en la cabeza,
hirió al hombre el infiel que reza,
y miente cuando habla de amor.
Nos enseña el sol cada nuevo día,
con su viaje generoso de luz y vida,
es su don dar a la tierra lo que pida,
y al atardecer acuarelas de poesía.
Cómo el benigno sol es la Poesía,
no daña, ni agrede a golpes de luma
más bien carga paz y amor su pluma,
y da calor a la tierra sea noche, o día.
Sentir quiero lo que no puedo ver,
dar lo que no puede comprar el oro,
llevar el alma llena de amor es tesoro,
que la soberbia me impide tener.
Ya se ha ido a otros campos la brisa,
para dar al pobre que sufre consuelo,
sin ofrendas come y duerme en el suelo,
el Cristo que no vé, quien lleva prisa.
Poeta al atardecer.
Soy Hombre que amo a Dios.
Mazo 19 de 2021.